Etiqueta: pompis de mal asiento

Hasta luego neuromarketing

Neuromarketing

 

Rondarían mediados de los 80 cuando escuché el diagnóstico por primera vez: “pompis de mal asiento”. Don Luis, profesor de gran abolengo, traje lustroso y tradición antigua, esa que le conducía a hacernos saltar las páginas de “sexualidad” del libro de ciencias naturales a pesar de que los dibujos del aparato reproductor carecían de matiz erótico alguno, etiquetaba con esta expresión a los chicos inquietos en clase.
Hemos de asumir que con esa edad lo de pompis de mal asiento sería literal y llamaba así a aquellas jóvenes almas que “físicamente” no paraban quietas en su pupitre (recuerdo el día en que “el Muertos” saltó por la ventana del aula para regocijo de toda la clase… aunque creo que esto no fue con Don Luis, sino con Don Santos, pero para el caso podría ser un buen ejemplo al que aplicar el uso de la frase).

La mente emprendedora (inquieta) también puede pecar de esta dolencia en su pompis.
Unos meses antes de dedicar mis inquietudes investigadores al neuromarketing estuve bastante apasionado investigando sobre diversas disciplinas relacionadas con el comportamiento del individuo y su crecimiento personal.
Leí bastante sobre inteligencia emocional (Daniel Goleman y otros), educación, teoría de las inteligencias múltiples (mi admirado Sir Ken Robinson o Howard Gardner). Leí algo de Bernabé Tierno, a Stephen R. Covey y a otros autores que ayudaron a moldear mi punto de vista. También descubrí las conferencias TEDTalks; he encontrado conferenciantes muy interesantes con Continue Reading

Hits: 1731