Etiqueta: ventaja comparativa

¿opinas algo sobre el proteccionismo en el comercio internacional?

Cuando nuestro ministro Miguel Sebastián comentó hace unas semanas lo bueno que sería “consumir productos españoles”,  yo acepté el comentario con sumo agrado (con matices) en contra de la opinión de la mayoría de “liberales tertulianos de las mañanas informativas”.

Cuando digo que estoy a favor de este comportamiento, me refiero a que el consumidor o empresa que ha de elegir a su proveedor, debería tomar el lugar de fabricación como una variable más a la hora de su toma de decisión de compra, una variable a la que en cada caso, deberá ponderar con más o menos peso.

Pongo un ejemplo:
El producto estrella de nuestra empresa (Consulting Smartic Solutions, SL) es el producto de conference call, reunionportelefono. Somos una empresa 100% capital español, con tecnología desarrollada 100% en España, creando trabajo en España y dando valor al tejido empresarial español.
Bien, ahora llevo mi producto a un cliente y resulta que sobre la mesa, tiene una oferta que le paso yo, otra oferta que le pasa mi competencia Arkadin, que son franceses, y otra oferta que le pasa mi competencia Genesys, que son americanos. Mi servicio es más barato que el de ellos, y en algunas cosas, mucho mejor (en otras, un poco peor, claro).
El colega que tiene que tomar la decisión de compra, en el momento de la decisión, tendrá en cuenta muchas variables: precio, confianza, solución técnica, servicio posventa, amabilidad en el trato con el comercial, etc. Mi punto de vista es, que esa persona, dentro de las variables que contempla, sería bueno que incluyese la de “producto español” y que le diese más o menos peso frente a las otras; es en este sentido en el que estoy a favor de la propuesta del Ministro de Industria, de “comprar español”, es decir, tengo dos productos en la mano que cubren más o menos igual mi necesidad, voy a molestarme en mirar la etiqueta, y si más o menos la utilidad que me reportan es similar, pues oye, voy a decantarme por el que pone MADE IN SPAIN, ¿no?.

He aquí mi VOTO A FAVOR DE LA PROPUESTA DE MIGUEL SEBASTIÁN DE COMPRAR PRODUCTOS ESPAÑOLES, en el sentido de que hay que despertar la curiosidad en el consumidor, para que se moleste en mirar la etiqueta de dónde está fabricado lo que compra, para, en igualdad de condiciones, elija el producto español.

En este sentido, leo en el mundo un interesante artículo donde comenta el peculiar comportamiento de nuestros gobernantes en cuanto al su liberalismo de boquilla.

El artículo hace mención al caso de Obama, Sarkozy, Brown y otros tantos mandatarios, que de cara a la galería lanzan discursos de lo más liberal, a favor del libre comercio, y sin embargo, luego toman medidas tildadas de proteccionismo comercial.

Me gusta el párrafo del artículo en defensa del libre comercio, donde comenta que esta es una de las pocas asignaturas donde economistas de tendencias políticas distintas, están totalmente de acuerdo:

El comercio internacional es uno de los pocos aspectos en los que existe una unanimidad casi absoluta entre los economistas. Desde Paul Krugman (último premio Nobel y analista de referencia entre los socialdemócratas) hasta Milton Friedman (el padre de la revolución liberal de los 80), los grandes pensadores de las últimas décadas han defendido la supresión de fronteras como el mejor camino para reducir la pobreza y acercar a los más desfavorecidos al primer mundo. Y los números parecen darles la razón.

Qué quieres que te diga, pues que yo también estoy con ellos, no porque lo diga Friedman, sino porque es algo demostrado de forma teoríca y empírica.

Recuerdo que en primero de macroeconomía, estudiamos la teoría de David Ricardo sobre la ventaja comparativa, a partir de la cual, afiancé muchísimo más mi pensamiento: si no eres competitivo produciendo tomates, no produzcas tomates, que me sale más barato traerlos de Marruecos, y por supuesto, no pidas ni de coña que te subvencione la producción, encima de todo. Produce aquello para lo que realmente seas competitivo, y si no eres competitivo en nada, más vale que eches el cerrojo a tu país y lo cierres (que es lo que poco a poco le está pasando a España) (he dicho tomates, como podría haber dicho decenas de productos más…).

En fín, aquí queda otra semillita más de mi peculiar pensamiento (liberal 😉 ),

un abrazo,
aabrilru

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