Recuerdo de Faraday y las leyes de Maxwell 🙂

Los martes y jueves voy a clase de spinning desde hace un par de meses. Desde el segundo día (el primero estaba demasiado concentrado en intentar adivinar en qué consistía el juego), un traje de inquietud y desazón me viste sobre las mayas al comenzar la clase y ver cómo todos pedaleamos con “toda nuestra energía”.

Veo el círculo de inercia de todas las bicis dar vueltas, y vueltas, y más vueltas, otras más, más y más vueltas… y pienso, ¿no podría convertirse todo este movimiento en energía eléctrica que poder acumular en algunas baterías?. Seguramente, no sea rentable el invento, o igual sí; dudo que lo sea, porque ya lo habría hecho alguien; creo, que aunque fuese por la anécdota (que no fuese eficiente), merecería la pena construirlo; recuerdo cómo en la bici que tenía de pequeño, la luz de noche sacaba la energía con la dinamo al moverse la rueda, e iluminaba que daba gusto.

Se me ocurre: cargas el móvil o el ipod o loquesea mientras estás dándole a la bici. La bici, tiene un enchufecito, al que conectas tu cacharro, y te llevas el dispositivo cargado al finalizar la sesión. Igual, técnica-económicamente, no es rentable, pero marketinianamente, vendería que te cagas, ya lo veo:

¡traete tu grasa, traete tu energía, llévate salud y tu móvil cargado!

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