Curiosa la propuesta de Martin Seligman —que conocí por primera vez hace muchos años, cuando dediqué un tiempo a la investigación sobre la felicidad.
Lo interesante (¿esperanzador?) de la propuesta es que los tres caminos que propone para alcanzar la felicidad no son excluyentes entre sí, es decir, que podemos usar una mezcla de los tres.
Aunque este párrafo no lo dice explícitamente, la vía del placer no suele ser la más recomendable, ya que conduce a una espiral de necesidad constante (alimentación constante) para conseguir mantener un nivel medio de felicidad.
Yo soy más de la vía del compromiso y de la vía significativa, que pueden tener un mayor impacto en el medio y largo plazo. ¿Y tú qué vía sigues?
¡Abrazos y abrazas!
Angel.