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Quien me conoce sabe que Matrix (junto a otras como El Club de los Poetas Muertos, Cyrano de Bergerac, Regreso al Futuro, El secreto de Bourne, Contact…) es una de mis películas favoritas (tal vez la primera, la he visto entre 10 y 15 veces, el Club de los Poetas Muertos, tal vez las mismas…)

En Matrix (la primera), cuando Neo va a visitar al oráculo, ella le ofrece unas galletas que acaba de sacar del horno.

Desde que ví esa escena, quise aprender a hacer galletas.

Como en todo “arte”, empecé practicando con lo fácil; primero me animé con el típico bizcocho (torta de llanda) con un yogur natural, vaso de aceite, dos de azúcar, tres de harina… y ese ya lo hago en un pispás, sin mirar la receta. Luego pasé a cosas más complicadas, como el pastel de zanahoria, la tarta de manzana y bizcochos de otro tipo.

Cuando ví que cogí soltura, llegó el momento de meterse en el mundo de las galletas; primero comencé con las típicas galletas de té (de mantequilla), que son muy fáciles de hacer, con 3 ingredientes o 4, amasar un poco y al horno.

Hace unas semanas, por fin llegó el momento tan deseado desde hace años: hacer las cookies de chocolate del oráculo de Matrix.
Hace dos semanas, hice el primer intento:

pero, aunque en la foto tiene muy buena pinta, fue una cagada. Tiré la masa por el suelo, me equivoqué al juntar los ingredientes, tuve que echar un huevo más, porque no había forma de sacarle luz a la masa (ligar la masa)… A pesar de todo, “salió” algo parecido en sabor a una cookie; sí, en la foto está muy bien la pinta, pero quedaron más duras que una piedra 🙂 . Por supuesto que me las comí todas, mojadas en el café con leche, la verdad es que estaban muy buenas…

Pues bien, hace un rato puse en mi facebook este pensamiento:

la primera vez me caí, y fue un desastre. La caida no supuso una derrota, me dió aún más fuerza para poner todo mi empeño. Cada vez que te caigas olvídate de lamerte las heridas y vuelve a intentarlo. Los mismos que ahora se rien de tí, luego te mirarán con respeto y admiración. Corre, atrás no queda nada por ver.

y precisamente lo decía por esto. El otro día me pegué un tortazo intentando hacer las cookies del oráculo de Neo, ¿me derroté y desanimé?, ¡no!, aquí estaba hoy para intentarlo de nuevo, “la primera vez me caí…la caída no supuso una derrota, me dió más fuerza para poner todo mi empeño”.

Aquí tenéis el resultado:

Os puedo asegurar que están deliciosas (aunque aún el punto del horno no se lo he cogido del todo…), e incluso recuerdan a las que compraba en el Morrison’s de Hastings (UK) en mayo pasado, ¡cómo las echo de menos! (¿y por qué no las copian en España y las venden aquí???, me pregunto muchos días).

En fín, por desgracia, creo, todo en mi vida tiene una explicación premeditada, y la de hacer cookies, aquí la hago pública: era uno de mis objetivos desde que ví Matrix .

Aparte, claro, de que hace un año decidí dejar de comprar dulces industriales, y todos los dulces los hago yo en casa…

Quería compartirlo con vosotros,
un abrazo,
aabrilru