No pienses que por ser bueno en tecnología, tienes una ventaja competitiva a largo plazo
30 octubre 2012
Durante los últimos años he conocido de cerca empresas muy buenas en tecnología. Empresas, que desarrollan tecnología, y empresas que sin ser el desarrollo de tecnología el core de su negocio, sí es una de sus piedras angulares.
En concreto, durante estos dos últimos años, he conocido a profesionales muy buenos en el primero de los grupos, desarrollando tecnología, que iniciaron su andadura profesional y al poco tiempo tuvieron que abandonar sus proyectos de empresa (eran unos friquis excelentísimos, condición necesaria, pero no suficiente…).
Probablemente, todos los profesionales padezcamos un poco de “miopia” respecto a nuestra profesión: el pintor piensa que lo principal para que una casa sea bonita es la pintura, el encofrador piensa que lo principal de una casa es el encofrado, el albañil piensa que su trabajo es el más importante a la hora de hacer una casa, el fontanero piensa que todos los demás oficios son un poco tontos y que lo más importante es lo que hace él: que los grifos estén bien apretados y no goteen… en fin, que cada uno en nuestro ramo, en nuestro arco de control dentro de un proyecto, tendemos a pensar que lo más importante es lo que está bajo nuestro paraguas. A esto lo llamo miopía profesional.
Yo la he sufrido, lo reconozco. Cuando estaba en la dirección técnica, cuando estuve en ingeniería de clientes, cuando he estado más “pegado al cliente”…; en cada sitio pensaba que el área más importante era la nuestra. Ahora, con unos cuantos lustros de batacazos y un poco de “seniority” a la espalda, veo que también yo estaba equivocado.
Pues bien, los “profesionales de la tecnología” no son ajenos a este defecto profesional.
En algún artículo hace tiempo, escribí que la tecnología es uno de los principales ingredientes a añadir en la ensalada del éxito de nuestra organización: es un ingrediente necesario (a veces), aunque no suficiente. La ventaja competitiva en tecnología no es una ventaja competitiva de largo plazo.
Tener una ventaja competitiva en tecnología, es similar a tener una ventaja competitiva en costes: pronto vendrá un chino que lo hará más barato que tú o un chaval que lo programe más rápido y mejor.
Podemos ver cientos de ejemplos:
- Un lenguaje de programación: podemos controlar muy bien un lenguaje de programación, pero pronto vendrá algún chaval (con la velocidad en tecnología, igual en 3 meses), que podrá superarnos de calle.
- Una nueva pantalla capacitiva: a los hechos nos remitimos…
- Cualquier tecnología de gadgets: si miramos al mercado, vemos lo poco que la industria tarda en replicar las innovaciones de los líderes, en unas cuantas semanas.
- Tecnología industrial: a pesar de las patentes, en el momento que un competidor vea nuestra máquina, pronto podrá hacer una similar.
Están las excepciones de ultra alta tecnología, no entro en ese segmento, claro.
Por desgracia, el “cementerio de las empresas fallecidas” está lleno de organizaciones excelentes tecnológicamente, pero que olvidaron el resto de ingredientes del bizcocho, y les hizo plof al sacarlo del horno.
Si quieres ser sostenible a largo plazo, la receta es sencilla: busca el equilibrio y no dejes de leer este artículo donde cuento el secreto básico 🙂 > Fabrica, vende y factura
PDTA: ventajas competitivas sostenibles a largo plazo son las basadas en “las relaciones” entre las personas (dentro y hacia fuera, aguas arriba y aguas abajo). Probablemente el cliente pueda perdonar cinco fallos de un proveedor con el que tenga buen feeling y le haga sentir bien, pero solo pueda perdonar un fallo de un proveedor cojonudo técnicamente, pero con el que no tenga “química”.
PDTA2: la neurociencia nos está descubriendo nuevos paradigmas, como por ejemplo que las decisiones de los consumidores (nuestros potenciales clientes) son eminentemente “irracionales”: no le calientes la cabeza a los clientes con el firmware, la versión del PHP, la release que usas o el mega framework que has diseñado, que se las pela; háblales del regalo que les harás cuando cumplan un año de alta, de lo bien que les vas a tratar cuando llamen para quejarse o de las cañas que te tomarás con ellos cuando vayan a visitarte.
Probablemente esté equivocado; si piensas que es así, estaré encantado de escuchar tu versión,
un abrazo,
@aabrilru