España, nuevo país de emigrantes, in-competitividad, ninis, universitarios ¿cualificados?
23 enero 2011
Querría compartir ciertos pensamientos servidos de nuevo sobre mi mesa, tras la lectura de la prensa económica de la semana, y del suplemento XLsemanal. Comienzo por la copia literal de un par de perlitas, que pongo aquí para tenerlas a mano, y no se vayan en el contenedor azul del papel y el cartón.
Paul Krugman, profesor de Princenton, ha trabajdo para los gobiernos de Reagan y Clinton, nos regala esta visión:
“Grecia e Irlanda solo son los entrantes (aperitivo, las tapas); el plato principal es España. España es prisionera del euro. Si hubiera tenido su propia moneda, esta podría haberse devaluado para ganar competitividad. Pero ahora está condenada a sufrir años de deflación y paro. Así que sólo queda recurrir a una depreciación interna: recortar salarios, precios y prestaciones sociales”. Vaticina una generación de emigrantes como en los años 60.
Nouriel Roubini, profesor de la Universidad de Nueva York y acertado en su visión anticipada sobre la crisis de las hipotecas subprime, parece que no tiene a España entre sus mejores plegarias. Comenta:
España, es el elefante en la cacharrería. Si cae, no hay dinero suficiente para rescatarla. Es demasiado grande. El rescate de Irlanda costó 85.000 M€, España necesitaría 351.000 millones. Sanear la economía española va a ser mucho más duro de lo estimado por el Gobierno [..] Que España se prepare para el dolor.
Que la cosa está chunga, no hace falta ser economista para darse cuenta, lo vemos cada día en los datos macro que nos dan por la tele (aunque paradójicamente, no parecen tener un reflejo social en la calle, quiero decir, que para tener unos datos económicos tan, tan malos, parece que “la cosa”, socialmente no está tan mal… aquí entra la economía sumergida, y el apoyo familiar, sin lugar a duda).
Pero Krugman, Roubini y otros tantos, no nos hablan de la situación actual, que ya la vemos todos, sino que nos presentan su visión a medio y largo plazo sobre la economía española (aquí sí, mejor ser economista para fundamentar la visión futura a partir de hechos pasados y modelos económicos).
Son varias las ideas que esta semana han estado rondando mi cabeza, en el ámbito económico:
La crisis no es algo nuestro, la culpa es de los americanos…
1) al principio de todo esto de “la crisis”, en España había quien decía que estábamos dentro de una crisis global, y que poco podíamos hacer “nacionalmente”; éramos víctimas de una situación con origen en las hipotecas basura americanas, y nosotros no teníamos la culpa. Cuando “todo empezase a recuperarse, España empezaría a recuperarse”.
De la 8ª potencia a la 12ª en PIB.
De la 12 a la 42 en competitividad…
2) el hecho es que España en el año 2007 era la 8ª economía del mundo por PIB, y ahora, en el 2011, es la economía número 42.
Si dejamos el PIB, que tampoco aporta mayor información, y entramos en uno de mis índices favoritos, el Global Competitiveness Index, que mide lo competitivo que es cada país en función a ciento y pico variables, vemos otro de los milagros españoles de los últimos años:
- España ocupaba la posición 12 en el año 2005, en el índice de competitividad mundial.
- España ocupaba la posición 29 en el 2008-09
- España ocupaba la posición 33 en el 2009-10
- España ocupa la posición 42 en el 2010-11
En 5 años, hemos pasado de ser la economía 12 en competitividad, a ser la 42.
Pongo aquí una imagen que saco del último informe:
Mientras el resto de economías, también afectadas por el contexto económico global, están mejorando, España ha entrado en caída libre. Lo que me extraña de todo esto, es que en la prensa, partidos de oposición, etc., no den mucha más caña en este tipo de comparaciones.
Parece que fuera de España, ya están creciendo, hay poco paro, las empresas buscan trabajadores, “la crisis es agua pasada”…
Creo que hay una particular idiosincrasia en la cultura española (incultura): no nos han enseñado que es de “competitivos” mirar fuera, para ver cómo lo hacen, e intentar mejorarlos. Aquí, nos creemos tan chulos, que pensamos que no tenemos nada que aprender del exterior, y ni nos molestamos en mirar. Mientras que nosotros nos estamos relamiendo las heridas, nuestros competidores se han tirado a la carrera con obstáculos, con muletas, escayolados, con tiritas, a la pata coja, pero se han tirado a la carrera, mientras nosotros preferimos quedarnos en la salida, diciendo “ay, qué pupita tengo, qué malito estoy, a ver si vienen a por mí…” y esto es la ley de la selva, el que le echa más pelotas de forma inteligente, es el que sobrevive, el resto, muere.
¿que tenga “carrera” quiere decir que sean cualificados?
¿qué necesidad tengo de emigrar si aquí tengo lo que necesito?
3) pues bien, tenemos el caso de Alemania. El año 2010, creció un 3,6 (%PIB) y para este año 2011 su gobierno estima un crecimiento de un 2,3. Tiene las menores cifras de paro tras la reunificación, entorno a un 7%, mientras que en España superamos el 20%.
En las radio tertulias mañaneras de esta semana, llamó mi atención la afirmación que mantenían algunos periodistas sobre “lo preparados y cualificados que están los jóvenes españoles”, tanto, que en la próxima cumbre España-Alemania del próximo 3 de febrero, Merkel traía en su cartera un ofrecimiento especial de trabajo a los jóvenes españoles.
Me pregunto:
a) ¿cuántos de los jóvenes españoles estarían dispuestos a emigrar a otro país, siquiera a otra ciudad, o provincia, para buscar un empleo?. Me gustaría disponer de alguna estadística, que mostrase la “predisposición de los jóvenes a cambiar su residencia si le ofreciesen una mayor probabilidad de encontrar un empleo”.
b) ¿realmente el calificativo de “jóvenes cualificados” es el más acertado?. Podríamos decir que tenemos la mayor generación de jóvenes españoles con carrera universitaria, ¿quiere decir cualificados?, tal vez no.
También estaría encantado de tener alguna referencia para argumentar mi opinión, que sin lugar a duda, puede estar sesgada por el círculo cercano, que no es más que una muestra que no tendríamos porque extrapolar como representativa, en la que veo “jóvenes sin carrera universitaria” más que cualificados para un entorno profesional altamente competitivio, y “jóvenes con carrera universitaria” que son unos auténticos “incompetentes” (no en el sentido insultante, Dios me libre, sino en el sentido literal de la palabra, por no ser competitivos).
El entorno competitivo actual ha cambiado. En la mayoría de los sectores, no es requerido un profesional con unos conocimientos previos, máxime, cuando esos conocimientos impartidos en la Universidad, no tienen correlación con las necesidades reales del mundo empresarial (aquí la teoría de las dos circunferencias, la universitaria, y la real, que son secantes tan solo en una porción muy pequeña, cuando lo ideal sería que lo impartido en la universidad, fuese al 100% lo requerido por la empresa; no es así).
La materia impartida careceria de importancia, si los jóvenes fuesen adoctrinados al menos sobre técnicas y capacidades para el autoaprendizaje, la automotivación, la gestión, los valores empresariales… pero tampoco.
Hoy en día, vivimos en una era donde tenemos un exceso de información; realmente, el valor de un profesional, radica en su capacidad de autogestión y en su capacidad de aprendizaje, no en que “traiga en la mochila unos conocimientos memorizados en una Universidad”, ¿a cuántos jóvenes españoles se les ha instruido en estas capacidades?.
Necesidad
¿Realmente esta generación nini esta dispuesta a migrar a Alemania como hicieron nuestros padres y nuestros abuelos?; ellos pasaban hambre y tenían “valores”; ellos malvivían, por traer unos cuantos “duros” a la casa. Ellos pasaban semanas alimentados a latas de sardinas, durmiendo en el suelo de las obras, en la bendimia, de jornaleros, meses fuera, en Alemania, en Argentina, en Francia… por necesidad, y/o por la inquietud de un futuro mejor para los suyos.
¿Qué necesidad tienen los ninis de hoy?, ¿necesidad, un futuro mejor?, realmente, existe una falta de “necesidad” como ingrediente catalizador del cambio…
Aunque pensándolo bien, mejor que no se vaya nadie a Alemania, que al menos nos quede la locomotora de la UE.